La Feria de 1972

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el 8 agosto, 2009 en Diseñadores, El Juguete, Historia

Esta diapositiva fué tomada el 15 de marzo de 1972. Por lo tanto a la vuelta de la feria. La mesa es en la que se expuso pero faltan elementos y están desconectados y algo desordenados. También hay otras piezas que no se ven bien, como un pesquero a la izquierda, que se expondria en alguna estanteria

Tentepolis se suponía que era una ciudad sideral.
En atmósfera hostil. Se suponía por lo tanto hermética.
Comunicada por los trenes. A los dos extremos de la línea había sendas cúpulas semicirculares de metacrilato.
En una había un gran jardín zoológico. En la otra un estadio.
El jardín no volvió.
Normalmente siempre había quien se quedaba algo.
Los altos directivos si querían algo nos lo hacían repetir, pero eran pocos los que tenían esa facultad.

El estadio no pudo ser mayor po falta de capacidad de la cúpula de metacrilato.
Tampoco se terminaron mejor las fachadas por falta de tiempo.
Cada edificio de la ciudad tenia atribuida una función, juzgados, gobierno, etc..

Al quedar el estadio redondo se suponía era un estadio de baseball.
En la imagen se ve una base.

No recuerdo muy bien la sucesión de acontecimientos desde mi incorporación hasta la feria del 72, hasta dicha feria no hubo mucho movimiento de diseñadores y la feria en si y el éxito en ella obtenido marcaron un cambio en el trabajo con Tente. A nivel de I+D, se pasó a trabajar con limitación de “puntos” (céntimos de peseta) y a hacerlo con vistas comerciales en líneas marcadas desde interminables reuniones (que tenían lugar en la sala vecina a la de los diseñadores) en las que llevaba la voz cantante el departamento comercial. Se podían oír frases del cariz: “Hay que sacar al mercado una caja a un precio tal que una “tieta” esté dispuesta a gastárselo un domingo en un ahijado”. La frase en catalán claro.
Ya habréis adivinado que esto fue el origen de la serie mini.

Como anécdotas hasta esa feria os puedo contar por ejemplo que el primer sueldo de diseñador (todavía no éramos macacos) fue de cuatro mil pesetas mensuales, la mitad del sueldo base de la época, que pasaron a cinco mil con el complemento para transporte, éramos legales pero no estábamos inscritos en la seguridad social, como estudiantes figurábamos como autónomos o algo así.

A propósito de los colores (también he leído algo en el blog).
Cuando aún construíamos con las piezas antiguas el ingeniero de I+D acompañado de un señor de Bayer salió con las muestras en la mano a mostrarnos los colores que iban a ser los de Tente, mera deferencia pues no íbamos a opinar, todos menos el rojo que aún no estaba decidido. Al parecer el rojo es un color sobre el que existen muchos registros y había dificultad para encontrar un matiz libre y que gustara. La verdad es que a mi me gustan todos aunque preferiría el amarillo algo mas saturado (en los cantos blanquea) y el rojo menos borracho (en contacto con el negro difumina).
Y ya puestos el verde menos azulado y el azul mas hondo.
En fin que no me conformo con nada.

Otra anécdota relacionada con la feria fue el asunto del transporte. Pero de eso os tendré que hablar en mi siguiente escrito.

Lo del Aro de Oro no fue tomado con gran sorpresa ni gran alegría pero sí con satisfacción.

Es lógico pensar que las grandes empresas (Exin y Famosa las mas fuertes) se tanteasen para saber si se iban a presentar grandes novedades y no hacerlas coincidir.
Esta claro que sacar una nueva línea y dotarla de cinco universitarios cuando Scalextric y Madelman lo llevaba un solo delineante era apostar por el juguete.
Ese año no fuí a la feria pero la siguiente (febrero del 73) si que fuí (ya os contaré) y pude comprobar que a nivel de I+D las relaciones con Famosa eran muy cordiales, aunque no exentas de puyas y competitividad.
El jurado del premio era independiente, y según el distribuidor de Madrid me contó en la feria del 73 – Las autoridades se han quedado maravilladas al ver Tentépolis, eso ha ayudado mucho a obtener el Aro-.
De hecho ese distribuidor me llevó a Madrid por su cuenta para que montase allí las dos primeras maquetas de exhibición que se habían expuesto en las ferias del 72 y el 73, Tentépolis y el primer puerto de TENTE.
Ya os contaré y pasaré material gráfico.
De todos modos cuando salió TENTE ¿Que otro juguete le hubiera podido hacer sombra?¿El palomitón Payá?

Este artículo ha sido adaptado y se publicó por primera vez en el foro de la TENTEteca (enlace). Las fotos y textos pertenecen a Telefèric.

 

Feria del 72.

Ante todo expresar aquí mi alegría por la incorporación ¡Al fin! de Ignasi.
Bravo pollo, a ver si ahora me entero bien de cómo se funcionaba en Padua.
Ignasi es el origen de un montón de bien hacer en las líneas no arquitectónicas de Tente, que pronto fueron todas. Él sí tuvo el privilegio de diseñar piezas, a mi buen entender siempre con el punto justo de abstracción.

No recuerdo muy bien la sucesión de acontecimientos desde mi incorporación hasta la feria del 72, hasta dicha feria no hubo mucho movimiento de diseñadores y la feria en si y el éxito en ella obtenido marcaron un cambio en el trabajo con Tente. A nivel de I+D, se pasó a trabajar con limitación de “puntos” (céntimos de peseta) y a hacerlo con vistas comerciales en líneas marcadas desde interminables reuniones (que tenían lugar en la sala vecina a la de los diseñadores) en las que llevaba la voz cantante el departamento comercial. Se podían oír frases del cariz: “Hay que sacar al mercado una caja a un precio tal que una “tieta” esté dispuesta a gastárselo un domingo en un ahijado”. La frase en catalán claro.
Ya habréis adivinado que esto fue el origen de la serie mini.

Como anécdotas hasta esa feria os puedo contar por ejemplo que el primer sueldo de diseñador (todavía no éramos macacos) fue de cuatro mil pesetas mensuales, la mitad del sueldo base de la época, que pasaron a cinco mil con el complemento para transporte, éramos legales pero no estábamos inscritos en la seguridad social, como estudiantes figurábamos como autónomos o algo así.

A propósito de los colores (también he leído algo en el blog).
Cuando aún construíamos con las piezas antiguas el ingeniero de I+D acompañado de un señor de Bayer salió con las muestras en la mano a mostrarnos los colores que iban a ser los de Tente, mera deferencia pues no íbamos a opinar, todos menos el rojo que aún no estaba decidido. Al parecer el rojo es un color sobre el que existen muchos registros y había dificultad para encontrar un matiz libre y que gustara. La verdad es que a mi me gustan todos aunque preferiría el amarillo algo mas saturado (en los cantos blanquea) y el rojo menos borracho (en contacto con el negro difumina).
Y ya puestos el verde menos azulado y el azul mas hondo.
En fin que no me conformo con nada.

Otra anécdota relacionada con la feria fue el asunto del transporte. Pero de eso os tendré que hablar en mi siguiente escrito.

LO DICHO FELIZ NAVIDAD A TODOS INCLUSO A LOS POBRES QUE LES HAYA TOCADO LA LOTERIA.

EXIN West

En toda mi estancia en Exin no tuve mas contacto con Exin West que el de la vecindad con sus diseñadores y modelos.
Cuando yo llegué a Exin me examinó, como ya he contado en alguna ocasión, la persona que resultó ser mi compañero encargado precisamente de West. Como soy tan desordenado y entraba y salia de la empresa según las necesidades de la misma y la de mis estudios acabé por abandonarla definitivamente sin intercambiar direcciones, aunque quedaba en contacto con ellos precisamente a través de Ignasi de cuyo orden exquisito, confio, pueda aparecer el contacto con este diseñador encargado de West, un chico aragonés que estudió en la Universidad Laboral de Tarragona, hecho del cual se mostraba muy orgulloso.
En el año 71 esta persona estaba explorando la posibilidad de modular el típico Fuerte, que entonces se vendia en madera, con una calidad digna para incorporarlo a Exin West. Entre la documentación que se manejaba corria por allí el Fort Larami de madera que creo producia Comansi, aunque en la época todavia se manufacturaba mucho juguete artesanal que luego se vendia en la feria de reyes y afines.
Recuerdo especialmente entre la bibliografia de la que se disponia, unas historias ilustradas del oeste preciosas, con explicaciones de incluso del significado de las pinturas indias de guerra, y esquemas y mapas de todo tipo de batallas desde Litle Big Horn (o como se escriba) hasta las de la guerra de secesión, con detalles de armas vahículos etc.
En aquellos momentos el lanzamiento de ExinWest estaba previsto para la feria del 73.
Un saludo

Pollo:

Hombre, Teleféric, muchas gracias por hacerme la pelota, pero como esperes el Jamón de Navidad, vas listo.
Encuentro muy acertado tu comentario sobre unos libros que corrían por ahí, mientras se realizaba ExínWest. Yo también me los leía.
Verdaderamente fueron la Biblia en cuanto a documentación, y lo siguen siendo, supongo, para los amantes del salvaje oeste.
Hace años los ví en una librería de viejo, y no pude evitar comprarlos. Por si os interesa:

«La Fabulosa Historia del Lejano Oeste»
Dargaud Editeur. París. 1969.
Editorial Argos, S.A. Barcelona. 1973.
ISBN: 84-7017-418-5.

Muti:

Que bien que me lo paso siguiendo todas las aportaciones de Teleferic i del Pollo.
Las de Teleferic por desconocidas y las del Pollo por que me retrotraen a tiempos pasados.
Quedan todavía aportaciones de personas muy interesantes como las del creador de Exin West. Recuerdo unas maquetas de las primeras construcciones hechas a mano, con cartón, de una calidad excepcional…por cierto pollo tienes imagenes del camión «no nato» de Madelman?.
Pues eso, intentaré contactar con esa gran persona y mejor amigo y animarlo a que participe. Porque el es de los primeros, o el primero, que tuvo contacto con Tente (directivos aparte).
Amigos de la TenteTK os auguro y deso un 2007 con sorpresas.

Teleferic:

Haciendo repaso por el foro he encontrado una tertulia sobre este tema.
Cuando empezó Tente o poco después Exin distribuia Frog.
Con ese motivo el jefe de I+D y algunos directivos fueron a Gran Bretaña y a su vuelta se hicieron comentarios sobre lo poco costoso que es en sí el contenido de las cajas. Del molde a la caja sin ni extraer coladas.
Y también se comento, como no, la posible orientación de Tente hacia el modelismo. Me parece recordar al jefe de I+D como defensor de Tente como juego de construcción puro, de contacto decia él, y de hecho durante toda mi permanencia en I+D (hasta 1976 creo) para que un modelo saliese a mercado eran imprescindibles las tres variantes como muestra de versatilidad, aunque a veces se forzaba un tanto como en el caso del «mini» petrolero neptuno en el que me las vi y me las desee hasta que al fin salió el oso del que tanto se burla mi hija.
De todos modos a esas alturas ya se tenia miedo a aquel primigenio propósito de juego eterno para Peter Panes con sericio de recambio de piezas y se pensaba mas, muchísimo mas, en la tieta que en el sobrino.

Modos de jugar

En alguna ocasión ha habido tertulia en este foro sobre la influencia de los considerados juguetes técnicos sobre sus usuarios.
¿Hay una relación unívoca entre ambos?¿En qué sentido?¿O es biunívoca?
¿El técnico nace o se hace?
No todo el mundo se fascina ante lo que es capaz de arrancarle al juguete de construcción.
En uno de los periodos en que trabajé fuera de Exín (1977) estuve en una casa de cubiertas de fibrocemento en la que conocí a un maestro de la normal que hacia las veces de comercial. Me resultaba un tanto irritante su costumbre de no pasarme los despieces de cubierta y dibujar en un bloc a bolígrafo usando como regla un escalímetro de seis escalas que dejaba pringado, por lo que no soy muy objetivo al recordarlo.
Al saber que yo trabajaba en Exín me comentó:
– Eso del Exin es una camama, en los anunciós sale nuy bonito pero le compre un castillo a mi hija y lo que me costó de montar. Hombre, no se veia feo sobre la tele pero era tan grande que el televisor se calentaba y lo volví a desmontar, pero mi hija no ha construido nunca nada con él.
– ¿Sabes como lu usa?. Pues coje todas las piezas y las amontona en medio de su dormitorio y entonces dice «mira papa quin soroll» (mira papá que ruido) y salta encima del montón. Mi mujer está hasta el gorro y lo va a tirar.

Evidentemente la niña era demasiado pequeña para el castillo, y sin embargo logró arrancarle mas que su padre, opino.

 

 

1 respuesta a La Feria de 1972

  1. MADRE MÍA LO QUE ME QUEDA POR DESCUBRIR DEL TENTE!! gracias de verdad por la nueva web!!

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